29 de noviembre de 2007

El oso blasfemoso (1)



Una profesora puede ser condenada a 40 latigazos por permitir que sus alumnos pusieran de nombre Mohamed a un oso de peluche

6 comentarios:

Anónimo,  29 de noviembre de 2007, 15:26  

Te falta la segunda parte... Una zorra occidental que se dedica a la enseñanza invita a los niños a practicar sexo con todos los géneros antes de decidirse...

El Cerrajero 30 de noviembre de 2007, 14:17  

Ayer escuché la noticia y me quedé a cuadros.

Cagarse en cualquier cosa relacionada con la Iglesia es arte y ponerle un nombre a un osito de peluche es un crimen imperdonable.

Ignacio Egea 30 de noviembre de 2007, 14:29  

Seguramente recordaráis cuando las protestas islámicas consiguieron que se retirara de los edificios públicos de un municipio inglés todo el material decorativo relacionado con Piglet, el cerdito compañero del osito Winnie the Poo...

(Artículo de Mark Steyn sobre el tema)

(y caricatura de Cox & Forkum, que estos sí que saben dibujar, y no Mienmano) ;-)

El quid es que esta gentuza sabe que la sociedad occidental se va a quedar callada ante cualquier exigencia, por ridícula que sea, así que les da todo lo mismo; mejor si es absurda, eso siembra aún más terror.

Anónimo,  12 de marzo de 2008, 16:48  

Peor sería que le hubiesen llamado Mitrofán. Peor para el oso digo.

Me ha parecido entender en La Linterna que le llamaban Mahoma, que quizá efectivamente equivale a Mohamed, pero define mejor este acto de barbarie.

Anónimo,  12 de marzo de 2008, 16:50  

Lo de Mahoma es una sutil lanza que rompen los medios en favor de los argumentos de los fundamentalistas, que esta pobre chica quería insultar al profeta y sólo a él. Al profeta sólo se le llama Mahoma en español.

En árabe su nombre es indistinguible del nombre propio que usa una gran parte de los musulmanes, en alfabeto latino Mohammed o Muhammad (o Mehmet).

Sobre este tema hablo en la segunda parte de este post, que tengo ya preparada y pondre, si Alá quiere, mañana temprano.

Un saludo.

Anónimo,  12 de marzo de 2008, 16:50  

Hola Mienmano,
lo cierto es que no se entiende que llamar a un oso Mohamed tenga consecuencias, mientras que sí se entiende que llamarlo Mahoma las tenga. No digo que esté justificado, solo que nadie encontraría razones en el primer caso, mientras que todos conocemos cómo se las gastaron en el caso de las viñetas.
Gracias por aclararme lo de los nombres. Esperaré la segunda parte.
Un saludo

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